lunes, 18 de enero de 2010

EL CIRCO DE LA MARIPOSA

Al empezar se puede notar cómo la música es alegre, hasta que el niño dice que quiere ir al circo y todo poco a poco se va volviendo cada vez más tétrico, según van llegando, la luz se ocurece, la música cambia y hasta las marionetas que salen denotan cierto aire macabro.
La voz del hombre que está anunciando en la entrada es grave y sombría, las imágenes se acercan y se alejan como queriendo transmitir locura.

El circo en el que están solo enseña ''monstruosidades'' para que la gente pueda reirse de ellos, pobres miserables destinados y nacidos para que el mundo los repudie, para que causen repulsión a la vez que alivio por no ser como ellos.

La cortina se abre, la luz le da de lleno y ahí está´Will, indefenso. Sin brazos, ni piernas. No entiendo que les hace tanta gracia.

Solo alguien ve a la mariposa.

Menos mal que Will se escapa y se va con ellos, Al circo que no enseña larvas, sino mariposas.


Es emocionante ver cómo poco a poco se va superando a si mismo, al igual que los demás, puede hacer lo que se proponga. Él también es bello, también es una mariposa.


Kassandra

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